jueves, 23 de agosto de 2012

¿Soy YO, soy yo o todo lo contrario?

Dormía mal desde hacía días. El sueño se empeñaba en no dormir, se iba a menudo y solo aparecía de madrugada, lenta y brevemente, como si fuera un huésped.
La revelación respecto al significado y posible sentido moderno de las palabras que había comunicado la zarza a Moisés en el monte Sinaí, me había perturbado por completo. Me atenazaba, no encontraba la forma de encauzarlo intelectualmente de una forma satisfactoria.
Era domingo. Decidí cambiar de actitud yendo a la Cuesta de Moyano en la madrileña Plaza de Atocha, a curiosear entre libros viejos. Pensé que era bueno distraerse para despejar un poco la mente.
Cogí un tren de Cercanías que paraba en Atocha y me senté en un vagón que iba medio vacío. 
Un sinfín de impresiones y sentimientos pasaron ante mí según avanzaba el tren. Cuando el tren paró en Santa Eugenia, las imágenes de los atentados del 11M me llenaron de nuevo de cólera . ¿Se puede justificar algo así por religión o por política? ¿Cuantos "porqués" habían dado lugar y luego justificado aquellas doscientas muertes?
Todo cabreado llegué a Atocha. La verdad es que no tenía ninguna gana de subirme la cuesta de las librerías, y menos el aguantar multitudes. Además ya tenía demasiados libros, así que me fui al antiguo apeadero de la estación, al jardín botánico que hay allí instalado y me senté al borde del estanque bajo el impresionante "árbol del viajero" que está allí plantado.
Llevaba un par de minutos cavilando cuando oí un chapoteo familiar. Miré a mi derecha. Era ella.
-- Hola ranilla, gracias por venir. Te necesito.
-- Hola Felipe ¿Sigues triste?
-- No, creo que deprimido. No tengo ánimos ni para enfadarme.
-- No creo que sea depresión sino desencanto. A todos a los que les he contado lo de la zarza se han quedado estupefactos. Bajo la nueva luz que desencadena, toma forma un repaso, una autocrítica de los propios valores de cada persona, que puede llegar a ser tan profunda como para "enfermar".
-- ¿Hay mas gente que conoce la revelación el Rabino del Mar?
-- Sí, son multitud. A todos les ha pasado lo mismo que a ti, han quedado anonadados. Por cierto, me gusta como le has llamado: Rabino del Mar.
-- ¡Menos mal que te gusta algo de lo que digo!
-- Lo que no me gusta es que te dirijas a mí usando palabras soeces. Denota incultura, y ésta está en guerra con la Sabiduría.
-- ¡Anda que no eres tu tiesa ni "ná", ranita de mier...!, bueno, ranita a secas.
-- ¡Felipe Felipe!
-- No te enfades rana. Ten en cuenta que estoy malito. 
-- De acuerdo, te perdono.
-- Oye Sofía, eso que me contaste del  Yo, del ser en sí, del ser por sí, suena a existencialismo que apesta, concretamente a Sartre. ¿Poseía acaso la Verdad Absoluta para que tu uses su discurso filosófico?
-- No Felipe, lo que ocurre es que a la última persona a la que se lo conté fue a un pensador francés empeñado en corregir y actualizar el existencialismo. De ahí el "formato" de mi discurso.
--Entonces si uso el "yo" y la "circunstancia" de Ortega y Gasset no pasaría nada.
--No, no pasaría nada.
--Oye rana, ¿y si junto a los dos, a Ortega y a Sartre, pasaría algo?
--Felipe, me estás dando miedo.
--¿Porqué? Se podría decir entonces que todos poseemos un yo en si mismo y un yo debido a las circunstancias. ¿No te parece conceptualmente elegante, rana?
--Felipe, te empiezan a patinar las neuronas. ¿Cuanto tiempo hace que no duermes?
--Bastante Sofía, bastante.
--Escucha, tu eres físico, piensas y sientes en función del paradigma de la Física, usando las estructuras, reglas y métodos del pensamiento científico, no del filosófico. Te va a resultar muy difícil combinar satisfactoriamente conceptos de dos filósofos distintos como los de Ser y Existencia de Sartre y Ortega. Te puedes dar un batacazo intelectual.
--Tienes razón ranilla. Compréndeme, pero es que ni Ortega, ni Sartre, ni Kierkegaard ni la madre que los parió, me están aclarando la idea de ese YO infinito, eterno, inalcanzable con el que se encontró Moises en el monte Sinaí. Rana, estás hablando con un fisicucho de mala muerte, resabiado después de trabajar mas de treinta años en una gran compañía repleta de jefes neuróticos. He perdido la capacidad del razonamiento filosófico. Estoy hecho un bloque de yeso.
--Felipe. No te sientas derrotado. Sigues siendo físico. Eso imprime carácter. He podido comprobar que todavía conservas el espíritu crítico que caracteriza al científico.
--Gracias por darme ánimos Sofía. ¿Qué puede hacer un físico respecto a un problema filosófico?
--¿Crees que la Filosofía por si misma hubiera generado el concepto de cuantificación de la Física de Partículas actual?
--Sí, lo creo. De hecho ya hemos hablado tu y yo del concepto de átomo de Demócrito.
--¿Verdaderamente estás seguro que la Filosofía hubiera llegado a definir el Principio de Indeterminación de Heisenberg? ¿Y qué me dices del concepto de estadística cuántica de Schrödinger? ¿Habrían llegado los filósofos ellos solitos a fundamentar toda la materia conocida como constituida por Quarks, Leptones y Portadores de Fuerzas?
--Me parece que no. Siempre he pensado que la pretensión filosófica estaba en el "porqué" y que la científica en el "cómo". Me parece que pretender el "cómo" es mas humilde que pretender el "porqué". ¿Crees que podría entender las palabras de la zarza planteándome solo el "cómo", usando el método científico?
--¡Inténtalo! Solo así lo sabrás.
--Venga, vale rana. ¿Por donde empiezo?
--Define los conceptos de manera sencilla, casi infantil, basándote en hechos conocidos. Busca un modelo.
--Bien. Primera tontería. El cerebro es un ordenador, y como tal tiene un "hardware" y un "software".
--¡Felipe! ¡Y te quedas así de tranquilo después de decir esa estupidez! ¡Como sigas así te dejo! ¿Cuales son las partes de un ordenador, "computer" o como lo quieras llamar? ¿Me las puedes decir?
--Bu... bueno rana, no te cabrees. Las... las partes de un ordenador son, después de quitarle todas las zarandajas, la "Cpu" y la memoria. Tiene un montón de circuitos de entrada de la información y otro montón de salida de los resultados del procesamiento del "chisme". Y alguna cosilla mas, como un cuarzo que define el ritmo básico de procesamiento, etc.
--¿Y me puedes decir donde tienes tú, dentro de tí, la "Cpu", la memoria, el cuarzo? ¿En el lóbulo frontal de tu cerebrín o donde tu espalda pierde su digno nombre? 
--¡Mira que eres bestia, "batracia"! Pues para que te enteres, sí tengo un cuarzo. ¡En el llavero!
--¡Felipe, eres un "tuerce-botas"! ¡No hay batracios y "batracias" por lo mismo que no hay hombres y "hombras"! ¡Ignorante! ¡Estúpido!
--Sofía, cuanto mas te enfadas mas me gusta tu compañía. Contigo me lo paso realmente genial.
--A mí me pasa lo mismo contigo. Pero que conste una cosa: ¡Eres un "tuerce-botas"!
--¡Sonríes! ¿Te han dicho alguna vez que si como rana eres fea, cuando sonríes eres horrorosa?
--No me tires mas requiebros y corrige el Modelo.
--Vale. Dejemos el Modelo reducido a una unidad de Transformación de la Información que le llega al individuo,  que englobaría a los clásicos Cinco Sentidos y quizás algo más. Le seguiría una unidad de Procesamiento de esa Información y por último una unidad de Salida de las Acciones resultado del procesamiento de la información de entrada y de la contenida en el propio Procesador.
--¡Vale! ¡Eso ya se parece más a un Modelo! Pero una pregunta: dices que la respuesta del individuo queda condicionada por la que posee el propio Procesador.
--Exacto. Eso ocurre en todos los sistemas complejos que conozco. Dar a un interruptor enciende una lámpara, pero si además su encendido dependiera del número de veces que se ha encendido previamente, estaríamos frente a un sistema complejo, un sistema no predecible fácilmente. Ese es el caso de los automatismos conocidos como Máquinas de Estados, en las que...
--¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mira! ¡Este señor está hablando con una rana!
--Niño, te confundes, estoy hablando por el móvil.
--¡Mentira, mentira, que he visto como saltaba ese bicho asqueroso al agua!
--¿No te han enseñado a no contradecir a las personas mayores? ¿Eh guapito?
--No, no. Si mi niño dice que usted hablaba con una rana es que lo estaba haciendo. ¡Sepa usted que probablemente mi niño es "índigo"! 
--¡Mire señora, su hijo es tonto de solemnidad! ¡Y sabe lo que le digo: le va a salir mas barato "hacer" uno nuevo que arreglar éste!
--¡Obsceno! ¡Desgraciado! ¡Insulso! ¡Idi... Idi... Idi... ota!...
Me acababan de joder el día. 
¿Porqué sacarán a pasear a los tontos los domingos?
Pregunto.





 

domingo, 15 de julio de 2012

La zarza ardiente

La mirada se me perdió durante un instante. Una profunda emoción pugnaba por aparecer, pero luchaba para que no sucediera.
Alguna nube, sol, un poco de aire que mitigaba el calor de aquel día de mayo anunciante de un verano ya próximo, acompañaban mi pena.
Murió el año 1975, pero no podía olvidarla. Mi madre fue una gran mujer, reconocido por propios y extraños, y por supuesto por mí. Fue víctima de un cáncer de páncreas. Hicimos todo lo humanamente posible por ella, pero en escasos seis meses se nos fue.
¿Se había ido? ¿Y si había sido así, donde estaba? ¿Volvería a verla algún día?
Oi una vocecita familiar
--¡Hola Felipe! Vengo con una historia sobre la Constante de Estructura Fina que te va a encantar.
-- Hola Sofía. Déjalo para otra ocasión. Hoy no me encuentro con ánimos para hablar ni de la Mecánica Cuántica ni de nada. No se si estoy triste o deprimido, pero el caso es que me encuentro fatal.
-- ¿Tienes ganas de llorar?
-- Si. Tengo un nudo en la garganta.
-- Entonces es tristeza. Aléjate de aquí, tómate unas "birras" y verás como se te pasa.
-- ¿Y eso es todo lo que sabe decirme la sacrosanta Sabiduría Universal? ¿Que "pille una cogorza"? ¿Tu eres jilipollas o qué, jodida rana?
-- Perdona, no he querido ofenderte. ¿Ves como se te está pasando? Necesitabas enfadarte un poco. Haber Felipe Malhablado, ¿qué sitio es éste?
-- Rana , me has cabreado, pero gracias por tu ayuda. Se me está pasando. Esto es el Cementerio de la Almudena, uno de los de Madrid.
-- ¿Tienes a alguien enterrado aquí?
-- Sí, ahí enfrente. Mi abuela, mi madre y mi padre, en ese orden. Hoy estoy aquí por mi madre.
-- ¿Cuantos años hace que falleció?
-- Unos treinta y siete, pero no celebro su muerte sino su cumpleaños. Hoy hubiera cumplido ciento cinco años.
-- ¿Vosotros los españoles celebrais las defunciones, no los cumpleaños, creo?
-- Si Sofía, así es. Pero celebrar su nacimiento es tanto como darle gracias por haberme dado la vida. Una tontería si quieres, pero para mí es algo entrañable.
-- Si Felipe, no carece de lógica.
-- Oye Sofía, le vengo dando vueltas a una de las enseñanzas del Talmud hebreo, esa que dice algo así como "Todo sucede para bien". En el caso de la muerte de mi madre, no "encaja" en mis esquemas mentales.
-- ¿Eres judío? ¿Porqué lees el Talmud? Cada dia que hablo contigo me sorprendes más.
-- No, no soy judío, soy "gentil", como dicen ellos. Todo nace de la lectura de joven de los Proverbios del sabio Sem Tob, un escritor primigenio en castellano, del siglo XIV creo.
-- Recuerdo al hombre. Me conmovió el desencanto político que tuvo. ¡Y mira que se lo advertí!. ¿Hubo algún proverbio que te gustó?
-- Sí, ese que dice "por nascer del espino la rosa yo non siento que pierde / ni el buen vino por salir del sarmiento. / Ni vale menos el azor porque en vil nido siga / ni..."
-- "Ni los ejemplos buenos porque judío los diga." Sí, me acuerdo de ese proverbio, aunque en el lenguaje original en el que está escrito no se comprende bien. (Nota al final).
-- Por eso rana, me dió por leer judaísmo e intentar entender a los judíos. Sem Tob tenía razón. ¿Captas ese "cómo" tan bonito que se encierra en éstos versos?
-- Ten en cuenta Felipe que al pueblo hebreo le fueron destruidos todos los "porqués" al ser dispersados por el mundo. Es muy normal que sean prolijos en "cómos".  
-- Sí, de eso ya me he dado cuenta. Fue Maimónides, el judío cordobés, el que con el tiempo escribiera la Mishná Torá, una inmensa colección de "cómos" con el fin de evitar la desaparición del pueblo judío. Pero no he encontrado "cómos" que relacionen al hombre con la muerte, ni en el judaísmo, ni en el cristianismo ni en ninguna parte. La pregunta es jodida, tanto como la que hizo Hipatia niña a los sabios de Alejandría: ¿Donde está mi madre? ¿Puedo comunicarme con ella? ¿Podré hacerlo con mis hijos cuando muera? Tu eres la encarnación de la Sabiduría. Responde pues. 
-- Felipe, soy la Sabiduría sí, pero la del Hombre. No sé más que el mas inteligente de los hombres. No me preguntes que hay mas allá del Horizonte de Sucesos de un Agujero Negro porque nadie lo sabe, ni que hay detrás del Bosón de Higgs, porque nadie lo sabe, ni sobre mas allá de la muerte porque nadie lo sabe.
-- Me estás respondiendo con "porqués". Me estás mintiendo.
-- Exacto, porque, y posiblemente te mienta, llegado al límite del conocimiento, el Hombre miente; en el Mar del Nadasesabe, los peces son Mentiras. Conocí a una persona que intentó aplicar el "cómo" a la teología. ¿Te interesa?
-- ¡Sí! ¡Por supuesto! Sofía cuéntamelo por favor.
-- Pues bién, corrían los años cuarenta del siglo pasado. La guerra europea estaba en marcha y los judíos abandonaban el continente huyendo del horror nazi. Lisboa estaba llena de ellos, esperando un pasaje que les llevase a América. Conocí a éste hombre, un habitual del Jardim do Ultramar, un Rabino profundo conocedor de la Torá, que se había propuesto una meta teológica imposible.
-- ¿Cual era esa meta si puede saberse?
-- ¿Felipe, conoces la oración judía conocida como la "Shemá", la declaración que le hizo la zarza ardiendo a Moises en el monte Sinaí?
-- Sí que la conozco, pero en ella aparece el nombre del Altísimo. Por respeto a los creyentes hebreos, que evitan usarlo por si distraídamente lo citan en vano, ¿te parece que lo usemos haciendo el cambio de la "a" por la "e"?
-- Oye Felipe, a mí las obligaciones tontas me escuecen. A fin de cuentas las palabras son conjuntos de letras, y nada mas. 
-- De acuerdo rana, pero cuando muera no se donde voy a ir a parar; ¡hay que tener amigos en todas partes! Además pienso que a los "gentiles" no nos cuesta ningún trabajo ser gentiles. ¿Lo llamamos "Yeváh", "Di-s"? ¿Te parece?
-- Si te quedas mas a gusto, sea pues Felipe. Entonces según tú, ¿que dice la Shemá?
-- "Shemá Israel. Hashem Eloheinú. Hashem Ejad". "Oye Israel. Yeváh es tu Di-s. Yeváh es Uno" en traducción libre.
-- Estás equivocado Felipe. Dicen, y estoy harta de oirlo "Shemá Israel. Adonai Eloheinú. Adonai Ejad".
-- Si rana, pero solo en los rituales. Cuando por alguna razón la pronuncian fuera del rito litúrgico, cambian "Adonai" por "Hashem".
-- ¡Increíble!
-- Me parece rana que estás un poco "pez" en religión. Intuyo porqué. Para tí Teresa de Ávila era una vendedora de castañas, más o menos.
-- Santa, escucha, santa Teresa de Ávila fue, equivocada o no, una gran mujer. ¡Y por favor, no intuyas "porqués"! ¡ Serán mentira! ¡Seguro!
-- Venga rana, coño, no te enfades, que era broma. Sigue.
-- ¡Oye Felipe, como vuelvas a decir palabras soeces, me largo!
-- Vale ranita bonita pelaíta calvita. Te lo prometo. ¿Que hizo el Rabino de Lisboa?
-- Se dedicó a analizar cómo se había generado el nombre de Adonai, el original, de el que se deriva Yeváh, el que tu usas. Pero no como análisis semántico, sino teológico. Quería saber que es lo que escuchó Moises de la zarza, que es lo que interpretó y que es lo que debía de haber interpretado.
-- ¡Interesantísimo! ¡Buscaba un "cómo" teológico! ¿Y lo consiguió?
-- La tarde antes de partir hacia Buenos Aires dibujó en mayúsculas en el suelo delante mí lo que debía de haber interpretado Moisés, o Moshe, como él decía, de las palabras de la zarza. Me miró, sonrió, se dió media vuelta y entre las sombras del atardecer desapareció.
--¡Estoy en áscuas! ¿Cual fue el mensaje?
Con mucha ceremonia, con ayuda de un palito, Sofía escribió en el suelo:


YO SOY YO, EL ÚNICO YO


-- Felipe, algunos opinan que el Ego de cada uno, posee dos partes, una es tu propio ego como ser humano, con su ser en sí y su ser por sí, y otra está en el YO inmaterial y eterno. Cuando una persona sufre un fallecimiento físico o biográfico (Ver Nota), desaparece la parte material, pero queda su reflejo en el YO. Los mas atrevidos llegan a afirmar que ese YO es Di-s, es Yeváh, es Adonai, es Hashem en definitiva. En eso ni tu ni yo tenemos ni voz ni voto.
-- Sofía, ¿como puedo ponerme en contacto con ese Rabino?
-- Imposible. El barco en el que viajaba, un mercante con pasaje, fue torpedeado en mitad del Atlántico. No hubo supervivientes.
-- ¡Hermoso! -- Una voz cascada y rota sonó detrás de mí.-- ¡No le hagas caso a esa maldita rana! ¡Es una lianta!
Me dí la vuelta y apareció ante mí una vieja revieja, corcovada,  con la cabeza cubierta y toda vestida de blanco. Por un momento me pareció estar frente a la tatarabuela de Tutankamón.
-- Recuerda lo que está escrito en Génesis 2, versículo 2. "El séptimo día Dios había terminado la obra que hizo, y reposó en el séptimo día de toda la obra que había hecho". ¡Dios está dormido! ¿Es que no lo entiendes? ¡Por eso éstos han muerto, porque esperan al día en el que Dios se despierte! ¡A algunos ese día se le van a caer los cataplines al suelo! 
Mientras me alejaba deprisa, oí como me decía
-- ¡Hermoso! ¡Hazme caso! ¡Que una sabe mas por vieja que por ángel!
Aquel día:
Una rana me dio un "cómo".
Un "Angel de la Senectud" un "porqué".
Un médico de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón un ansiolítico.





Nota: El original de Sem Tob es:
Por nasçer en espino, / non val la rrosa çierto / menos, nin el buen vyno / por salir del sarmiento. / Non val el açor menos / por nasçer de mal nido, / ni los enxemplos buenos / por los decir judio.

Nota: Fallecimiento biográfico es como se conoce el efecto que la enfermedad de Alzheimer provoca en el enfermo en sus últimos estadíos, cuando el enfermo no recuerda ni quien es. Es la muerte del Ego en vida.

jueves, 5 de julio de 2012

Cualidades y cantidades

La Biblioteca Nacional de España. Madrid. Paseo de Recoletos 22. Varias estatuas en una inmensa escalera frente a un edificio enorme lleno de libros. Si desde la calle lo miras de frente, el edificio asusta, o como decimos por aquí, "acojona".
Entré en la sala general. Impresionante.
Y allí estaba este hijo de Madrid dispuesto a dilucidar un tema histórico importantísimo: Si los asturianos eran suevos antes de la Reconquista, y resulta que Don Pelayo era godo, y si además no se podían ver ni en pintura godos y suevos, la pregunta era: ¿Qué les pasó a los suevos después del levantamiento inicial de la Reconquista? ¿Se los comieron los osos como a Favila, el hijo de Pelayo?
¡Qué bonito es el ocio! ¡La mayor de las majaderías se convierte en algo vital!
Estaba tan absorto con aquella tontería que no me di cuenta que algo verde viscoso con unos ojazos tremendos y una boca de lado a lado de la cara, me estaba observando. ¡Me asustó!
-- ¡Sofía! ¿Que coño haces aquí? ¿Por donde has entrado? ¡Aquí no hay estanques!
-- Hola Felipe "Malhablado". Te tengo que enseñar como se dicen las cosas de manera científica y fina, sin necesidad de usar palabras malsonantes.
-- ¡Pues empieza por decirme cómo has entrado!
-- ¡Psssst! ¡Silencio! ¡Felipe, recuerda que estás en una biblioteca! He entrado por un sitio con mucha agua, en donde las personas renuevan su entereza y dignidad.
-- ¿Por una capilla oculta en los sótanos a la que se accede a través de las alcantarillas quizá?
-- ¡No, estúpido! ¡Usa la cabeza! ¡Por un lugar en el que hacen fuerza hasta los mas cobardes; un lugar en donde defecan hasta los mas valientes!
-- ¿Los aseos?
-- Pues sí
-- ¡Jesús, que cruz me ha caído contigo! ¡Eres peor que un filósofo!
-- ¡Tendrás tu mucho que decir de los filósofos, físico de pacotilla!
-- ¡Un respeto, rana! ¡Señor Don Físico de Paco-Tilla! ¡Eres peor que un filósofo, porque razonan partiendo de estupideces sin nombre, que además no tienen porqué demostrar, intentan definir la realidad, pretendiendo explicar el porqué de las cosas! Un fraude. Es mas fácil acertar a la Lotería cinco veces seguidas.
-- He de admitir que tienes parte de razón. Pero frente a un ejército de falsos amantes de la sabiduría, esto es, falsos filósofos, ha habido figuras señeras del conocimiento humano, conocidas por todos, que han sabido acercarse a la Sabiduría con la suficiente humildad como para preguntarse por el "cómo" de las cosas.
-- En eso Sofía me haces callar. Intuyo que tienes razón. El mundo no sería el mismo sin Aristóteles, o Platón, o Kant u otros muchos. pero hay una cosa que no acabo de entender y que posíblemente me puedes explicar.
-- Dime Felipe
-- Si los antiguos filósofos no podían hacer experimentos, o por lo menos su capacidad para hacerlos era muy limitada, no entiendo como podían acceder al "cómo" abandonando el "porqué".
-- Existen dos descripciones de la Naturaleza; a una de ellas se la podría conocer como "cualitativa", y a la segunda como "cuantitativa".
-- No te "cojo" Sofía.
-- Sí, verás Felipe. Los antiguos griegos, capitaneados por Empédocles, podían describir cualquier elemento natural por medio de cuatro cualidades, consideradas como puras, el Aire, el Agua, la Tierra y el Fuego. Los chinos e indúes usaban cinco elementos, aunque no coincidían. Los griegos, o si lo prefieres Aristóteles, añadió mas tarde un quinto elemento al conjunto de los cuatro ya conocidos, al que llamó la Quintaesencia.
-- ¡O sea, que aquella gente realizó un ejercicio notable de sabiduría basándose solamente en "cómo" era la apariencia sensorial de las cosas!
-- Exacto Felipe. ¿Te das cuenta la profundidad que llegó a tener aquella forma de pensar para que Demócrito intuyera la existencia del átomo?
-- Desde luego Sofía. ¿Y que me dices de la descripción cuantitativa? Con ella se acabaron las especulaciones. ¿Verdad?
-- ¡Que te crees tú eso! Oye Felipe, pensar mal se puede hacer con cualquier forma de descripción.
-- No veo cómo. En el mundo actual, en el que todo se evalúa y se mide no se pueden hacer demasiados trucos intelectuales. ¡Ponme un ejemplo!
-- De acuerdo. La Bolsa. Sean pues las razones que se dan cuando sube o baja la cotización de algún activo financiero. ¿Que te dicen? Que la cotización ha bajado porque el Gasto Público ha superado el nosecuantos por ciento del P.I.B. y etc., etc., etc. ¡Hablan del "porqué"! ¡Están mintiendo!.
-- Me... dejas... perplejo.
-- ¡Caballero! ¡Haga usted el favor de abandonar la sala! ¡Está molestando a los demás con sus murmullos!
-- "Maldita seas rana. ¡La vergüenza que me estás haciendo pasar!"

martes, 26 de junio de 2012

Modelos

El paseo solitario en barca por un estanque es algo muy relajante; templa los nervios. Ese deslizarse lentamente, ese hacer esfuerzo y remar para luego relajar la musculatura, si se acompaña con la respiración adecuada, llega a oxigenar y limpiar de pensamientos patógenos la mente.
Me detuve a meditar la última conversación que tube con Sofía. Algo fallaba en todo aquello.
Una vocecilla, como la de una rana sonó a mi espalda. Era ella, la rana.
-- Hola Sofía. ¿Qué tal estas?
-- ¡Croac!
-- No te entiendo. ¿Como dices?
-- ¡Croac, croac!
De repente, otra vocecilla sonó, esta vez delante de mí
-- Hola Felipe, te advierto que estás dialogando con un representante del género de los anfibios anuros, de la familia Ranidae, o sea, con una vulgar rana.
-- ¡Mírala que graciosa! ¿Eres muy ingeniosa? ¿No?
-- Hablarle a una rana es un acto de ecología sublime, pero si te responde, es esquizofrenia.
-- ¡No sé ni como te aguanto! ¡Es que me trastornas! ¡Me llenas de dudas!
-- ¿Qué duda tienes que yo te haya inducido?
-- Muchas. Por ejemplo eso de buscar modelos.
-- ¡Duele lo de pobre! ¿Eh?
-- Si. Duele.
-- La culpa la tienes tú. Te has creido el modelo.
-- ¿Como no me lo voy a creer? ¡Es la realidad!
-- No es la realidad; es algo que se parece mucho a la realidad, pero no es la realidad. Los científicos lo saben; tienen por norma el no creerse sus modelos. Han sido burlados por la Ciencia miles, millones de veces.
-- ¡Rana, me acabas de dejar sin pulso! ¡Según tú, la ciencia es una burla, es algo no se creen ni los científicos!
-- Es cierto. Los científicos saben que sus modelos son aproximaciones, algo así como sombras de una realidad a veces muy lejana. La Teoría de la Relatividad no se la cree "ni el gato", como decís por aquí, y sin embargo funciona.
-- Eso de que funciona lo dices tú, rana. Para galaxias, planetas, soles y demás entes ciclópeos y gordísimos del Universo funciona, pero para las partículas elementales, para las cosas ultra-enanas no vale para nada.
-- ¿Te das cuenta, Felipe, que cada modelo tiene su ámbito de aplicación? Eso significa que el "modelismo" tiene sus límites. Normalmente no se pueden hacer extensiones de ellos y pretender que sigan siendo modelos válidos.
-- Sí, tienes razón. ¿Entonces lo del modelo de la Declaración es una tontería?
-- No, no, no es una tontería. Está bien, pero lo que falla es que has dado por hecho que las declaraciones que salen negativas indican que la persona es pobre. Ese supuesto es falso.
-- Ya. ¿Pero como se resuelve el problema rico-pobre de este modelo?
-- Haciendo experimentos. Haz una relación de muchas personas. Decláralas ricas o pobres según un criterio bien fundado, y a continuación compara sus niveles de riqueza-pobreza con el resultado de sus declaraciones. Estableces así una estadística que las matemáticas te enseñan a identificar y, consecuentemente, a valorar los resultados obtenidos.
-- ¿Y si no lo hago e interpreto los resultados como quiero?
-- A eso se le llama Demagogia, el motor que usan algunos políticos para enardecer a los ignorantes. Por algo así murió Hipatia.
-- ¡Pobre chica!
-- Felipe, ni era pobre, ni era chica. Era sabia, pero no lo suficiente como para llegar a conocer como puede transformar y degradar la demagogia al ser humano.
-- Rana, me he dado cuenta que eres un modelo.
-- Lo se; pero por mas que la gente mire y así lo crea, hay ciertas pasarelas por las que no desfilaré nunca.
--¿Ves rana? Hoy hemos terminado bien,  sin pelearnos.
-- Croac.
-- ¿Sofía?
-- ¡Croac, croac!
-- ¡Como te alcance con el remo, te vas a enterar maldito batracio...!

domingo, 3 de junio de 2012

La Lucha entre el porqué y el cómo

Estaba a orillas del Manzanares, ese entrañable aprendiz de río que pasa por Madrid. El calor era sofocante en aquella tarde de Junio. Gracias a la sombra de aquel plátano y a la botellita de agua era posible estar allí. Una vocecilla surgió a mi lado
-- Hola Felipe
-- Hola rana
-- ¿Sigues enfadado conmigo, con "La Sofía", como decís por aquí?
-- Pues va a ser que sí. ¿Me  quieres hacer creer que todo aquel que se pregunta o se ha preguntado alguna vez por el "porqué" es indigno, o tonto, o algo peor?. Muchos, y mira lo que te digo, muchos, han sido geniales y maravillosos. Han sido, simplemente buenos, en cualquier acepción de la palabra.
-- ¿Tu madre era valenciana, verdad?
-- Si, y como te metas con ella, te "chafo" con esta piedra, como dicen los de allí.
-- Eres capaz, pero no es esa mi intención. ¿Sabes como se dice en valenciano y en catalán, "bueno"?
-- Sí, "es diu bo", se dice "bo"
-- Y dos veces bueno, ¿cómo se dice?
-- Se diría "bobo". -- Me eché a reír de la tontería aquella -- ¡Dos veces "bueno"! Rana de charco, eres increíble.
-- Pues aquellos que inician un "porqué" sin basarse en un buen "cómo" es como intentar hacer mahonesa tragando el huevo crudo, luego el aceite, el limón y tirarse rodando por una escalinata para que se forme la salsa en el estómago. Su "porqué" sería la no contaminación energética del planeta al no usar batidora.
-- Rana, eso es una majadería y un mal ejemplo.
-- Felipe, no te haces ni idea de la cantidad de gente que vive del cuento; de pensar en "bobadas" y de pretender que el resto de la gente se las crean, que sean "bobos", buenos por partida doble. Tú mismo eres "bobo" a veces. Y lo sabes. Y te enfadas porque lo sabes, porque te tienes que tragar el cuento político, religioso o económico de turno sin rechistar, y encima sonreír.
-- En eso tienes razón. Intuyo cuando me están contando un cuento. Pero entonces, repitiendo la pregunta que te hizo Hipatia en Alejandría, ¿como se ha de pensar?
-- Chico, pareces tonto. ¡Piensa en el "cómo", y a raíz de lo que deduzcas, formula tu resultado!
-- Soy tonto; lo reconozco rana. No me entero. ¡Ponme un ejemplo, coño!
-- ¿Que sacas con decir palabras soeces? ¿Te hace más inteligente?
-- Vale ranita, soy un mal educado. Ya sé que las ranas no tenéis "eso".
-- ¡Felipe!
-- Antes me has contado lo de la mahonesa. ¡Estamos en paz!
-- Venga, vale Felipe, perdonado. Te voy a poner un ejemplo de uso del "cómo". Los españoles he visto que estáis en estas fechas muy atareados con el "irpf". ¿En qué consiste esa tarea?
-- Son las iniciales de "Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas". Todos los años, los que están obligados por su nivel de renta, deben de realizar la liquidación del impuesto. Rellenas el impreso de la Declaración. Si te da "positiva", te jo.., perdón, te resignas y pagas; si es negativa es al Estado a quién le toca pagarte, o sea que, te metes en un bar y te hinchas a cerveza para celebrarlo.
-- Atención a la pregunta que te hago. ¿Porqué?
-- Porque el Estado somos todos. Cuanto mas ganas mas pagas, mas contribuyes a. la.. sostenibilidad... del.... Estado..... en...... su....... conjunto........
-- ¿Qué te pasa? Felipe ¿Estas enfermo?
--  No, solo que según te lo estoy contando, me estoy dando cuenta de que es una tontería. ¿si la pregunta hubiera sido "cómo", cual podría ser la respuesta?
-- Me tendrías que describir como se rellena el impreso de la Declaración, haciendo hincapié en la meticulosidad y perfección necesarias para su realización.
-- ¿Y con eso que saco?
-- Tener una descripción del problema
-- ¿Y?
-- Ahora Felipe te buscas una descripción lo mas parecida a la de la Declaración; esto es, te buscas un "Modelo"
-- Déjame pensar... Sí, se parece mucho a un Estudio Económico.
-- Pues ya lo tienes. Es un Estudio Económico. ¿Y para que vale?
-- Sofía, a mí me da negativa lo que me sitúa por debajo de la media, esto es, ¿soy pobre?
-- Pues eso parece Felipe. Ahora es cuando te puedes "hinchar a cerveza" para... olvidar tu pena. ¿Te ha gustado el ejemplo?
-- ¡Rana, vete a la mierda!



martes, 29 de mayo de 2012

Faraones, sacerdotes, dioses y demás...

Hacía un día precioso, uno de esos días claros y diáfanos de la primavera madrileña, con ese cielo totalmente azul, maravilloso, "Ganz blau!" que diría mi amigo Hans, alemán de Braunschweig. Con una cerveza, una bolsita de patatas fritas, sentado cerca del agua en la escalinata del monumento a Alfonso XII en el Estanque de El Retiro, me parecía haber encontrado un lugar cerca del cielo. Estaba muy cerca de experimentar un dicho muy nuestro: "De Madrid al Cielo".
De repente, realidad o imaginación, el caso es que una rana saltó del agua y fue a posarse a mi lado.
-- Hola Felipe -- me dijo
-- ¡Hola! ¿Sofía?
-- Si, soy Sofía. ¿Que hiciste con lo que te conté de Hipatia?
-- Lo he puesto en un Blog que he abierto en tu nombre. ¿Te parece bien?
-- Sí, "parésceme"
-- Oye, ese español que hablas es raro, no se si es correcto, pero sí se que está en desuso.
-- Perdón, pero es que he estado hablando con una persona de escasa cultura, de hecho apenas si sabía leer, y se me ha pegado.
-- ¿Y qué le has enseñado?
-- Nada, me ha enseñado ella a mí.
-- Vale rana, "Touché!". Oye, te quería preguntar por los egipcios, por los sacerdotes, los faraones, sus dioses. Parece como si los consideraras una especie de escoria intelectual. Eres un "muchín" anticlerical y antipolítica ¿Verdad ranita? ¿Tu también estás Indignada?
-- Felipe, estoy indignadamente Indignada. Si te fijas soy verde, pero además estoy verde de indignación. Os está pasando como a los egipcios.
-- ¡A ver, a ver! ¡Explícate!
-- Los sacerdotes eran personas muy observadoras, y eran sacerdotes porque de sus normas, que los faraones seguían a pie juntillas, dependía la pervivencia de su Estado, del Imperio Egipcio. Eran especialistas en el "cómo" debe ser un sistema de gobierno para que el Estado perdure.
-- Entonces, que pasa. ¿Al final eran "cojonudos"?
-- Si pertenecías a la élite de aquel estado, entonces sí; en caso contrario lo podías pasar muy mal.
-- No entiendo
-- ¡Tenían planificadas hasta las guerras! Conocían con una precisión increíble el estado de sus recursos y a cuantas bocas eran capaces de alimentar. Basándose en la observación de las subidas y bajadas anuales del Nilo podían predecir con mucha antelación sus necesidades. Cuando preveían que iban a faltar recursos, montaban guerras. Volvían de ellas los mas fuertes; los mas débiles caían en el campo de batalla.
-- ¡Rana, eso no me lo creo! ¿Tu te crees que el pueblo llano es tonto? Eran egipcios y estaban mas atrasados que la polillas
-- Los sacerdotes hicieron lo mismo que se hace hoy en día. Crearon para el pueblo llano unos "porqué" un tanto absurdos basados en Amón, Atón, Isis o cualquier otra tontería.
-- ¡Te repito rana que hoy no pasa eso!
-- ¿Entonces eso del Estado de Derecho, en donde te pueden asesinar impunemente, y no pasa nada, qué es? ¿Y la majadería de la representatividad parlamentaria es acaso una verdad absoluta como la muerte? ¿Y es cierta la independencia política del Poder Judicial?
-- Pero eso son avatares normales que ocurren hasta que las leyes se adecuen lo suficiente para cumplir los planteamientos políticos básicos.
-- Felipe, la Libertad, la Igualdad en definitiva la Democracia, junto con la Justicia y el Orden son porqués. Si hubieran nacido de preguntarse "cómo", no existirían conflictos dentro de  la Democracia entre la Igualdad y la Libertad, entre el Orden y la Justicia
-- Bueno rana, además de hacer calor me estoy calentando. Hala guapa, hasta otro día.
La puñetera rana aquella saltó del escalón al agua.
Dice el refrán: "Hace un día precioso; verás como aparece un jilipollas y lo estropea".
A mí me jodió el día una mierda de rana.

domingo, 27 de mayo de 2012

Historia de la Ranita Sofía

Vivía en un charco del Nilo una rana llamada Sofía, una rana vieja, muy vieja, tan vieja que había conocido a un tal Amenofis, al que llamaban "faraón" y también el "tercero". Aquel tipo, se pasaba los días, cuando no iba de guerra, preguntándose el porqué su nación, Egipto, no era mas grande, mas poderosa.
Los sacerdotes (y la rana había sido testigo) no hacían otra cosa que darle razones, un tanto estúpidas, basadas en que un tal Amón, al que nadie había visto y al que llamaban dios, deseaba mas riquezas, mas conquistas, mas esclavos, en definitiva mas sangre. Todo se les vino abajo cuando el tal Amenofis III (mejor así, palito, palito, palito que no "el tercero") se les quedó tieso.
El pueblo les preguntaba que porqué se les había muerto el asesino aquel, y los sacerdotes respondieron con nuevas sartas de tonterías sobre el dios Amón, y que no pasaba nada; todo era cuestión de poner otro faraón, otro Amenofis, esta vez el IIII (demasiados palitos, mejor IV), hijo del muerto para mas continuidad. Y nuestra vieja, viejísima rana, tomó testimonio de todo aquello.
Pero el nuevo Amenofis, un tipo con una cara tan rara que asustaba, les salió respondón y dijo que las razones y los porqués los poseía un tal Atón, también dios, pero mas majo porque como coincidía con el sol, el pueblo lo podía ver por el día y le podía orar y el tal Atón les veía y luego, cuando se fueran al país de los muertos les premiaría, etc.
El tal Amenofis dejó de llamarse así y dijo que le llamaran Aken-Atón. Los sacerdotes le dijeron que aquello no era ni dios ni nada, que Atón era una birria comparado con Amón. Akenatón les hizo un "experimento metafísico" consistente en meter un geranio en una cueva, lejos de la "influencia benéfica del dios Atón", y claro, el geranio, sin luz, "la palmó". A estas alturas, nuestra rana no se acuerda de mucho de lo que pasó, porque estaba en medio de un ataque de risa.
Pasaron muchos siglos, muchos faraones y mucha agua por el Nilo. Estaba un día Sofía en un estanque de la ciudad de Alejandría, al lado de un gran edificio cuando se le acercó una niña llorando desconsoladamente
--¿Que te pasa? -- le dijo nuestra rana -- ¿Porqué lloras de esa manera?
-- Porque les he preguntado a los sabios filósofos de la Biblioteca porqué vuelan los pájaros, si pesan mas que el aire. ¡Y me han regañado! ¡No hay derecho a tratar así a una niña!
-- Se han enfadado porque no conocen la respuesta. No son sabios. No saben nada.
-- ¡Pero no me había dado cuenta! ¡Eres una rana y hablas!
-- Sí, soy una rana "escurridiza y asquerosa", me llamo Sofía y hablo porque si no, reviento
La niña cambió el llanto por la risa
-- ¡Qué nombre tan bonito! ¡Sofía, o sea, Sabiduría! Yo me llamo Hipatia ¡Espera a que le cuente a Teón, mi padre, que he hablado con una rana sabia!
-- ¡No! No se lo digas a nadie. Que sea nuestro secreto. Los mayores no lo entenderían.
-- Sofía, he llorado porque quiero ser sabia  y los demás sabios no me dejan. ¿Qué crees que debo hacer?
-- Hipatia, la gran mayoría de ellos no son sabios. No se hacen la pregunta correcta.
--¿Y que pregunta es esa?
-- Se preguntan "porqué". Porqué el agua fluye, porqué se mueven los cuerpos, porqué muere el hombre. Y no llegarán nunca a ninguna conclusión. Jamás serán sabios.
-- Sofía, no entiendo pues que tipo de pregunta ha de hacerse el sabio.
-- Pregúntate el "cómo". Cómo fluye el agua, como se mueven los cuerpos, como muere el hombre. Si te las consigues contestar, ¡serás sabia!.
Cuenta la leyenda que cuando Hipatia fue linchada por "saber", y mientras agonizaba, una ranita verde y asquerosa le susurró algo al oído, algo que nadie más pudo oír.
Hipatia en su agonía sonrió.
Los testigos afirmaron que Hipatia murió feliz.